La Greixonera toma su nombre al recipiente donde antiguamente se cocinaba, la característica cazuela de barro que se usa en las Islas Baleares.

Su origen se debe a la necesidad de aprovechar las ensaimadas del día anterior y su aspecto y textura es parecida al pudding. Se elabora con huevos, ensaimadas, leche, azúcar, limón, canela y mantequilla. 

Es una receta de fácil preparación; se calienta la leche en un cazo y se lleva a ebullición con la corteza de limón, el azúcar y la ramita de canela. Cuando empieza a hervir se retira del fuego y se sacan el palito de canela y la corteza de limón. Se baten los huevos y se añaden a la leche. Previamente se trocean las ensaimadas y se añaden a la mezcla de leche y huevos. Se calienta el azúcar hasta que vaya formándose el caramelo oscuro y se vierte en el fondo de la cazuela de barro, se añade la mezcla de leche, huevos y ensaimadas y se hornea a 170 grados unos 45 minutos aproximadamente.

Cualquier momento del día es bueno para degustar esta exquisitez, en el desayuno, para merendar o para poner el broche de oro a una buena comida o cena, acompáñalo con unas hierbas ibicencas.

La Greixonera aparece en todas las cartas de postres de los restaurantes de la isla.