•  Fortaleza Fort Marlborough

    Fortaleza Fort Marlborough

    Una fortificación británica del siglo XVIII convertida en centro de interpretación histórica

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    Una fortificación británica del siglo XVIII convertida en centro de interpretación histórica

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    Fortaleza Fort Marlborough

    Una fortificación británica del siglo XVIII convertida en centro de interpretación histórica

Fortaleza Fort Marlborough

El fort Marlborough es el mejor exponente, por su buena conservación, de las fortificaciones que los británicos construyeron en Menorca a lo largo del siglo XVIII. Hoy es un centro de interpretación de la historia militar del puerto de Maó que permite revivir la vida cotidiana del lugar.

Fort Marlborough fue concebido como una fortificación auxiliar del castillo de San Felipe, construido en la bocana del puerto de Maó. Los británicos lo bautizaron con ese nombre en honor de su más afamado general británico, Sir John Churchill, Duque de Marlborough –el famoso Mambrú de la canción popular-. 

El fuerte tiene una parte subterránea, en forma de estancias, fosos, minas y contraminas, y una parte central abaluartada al aire libre, donde se situaba la artillería y la infantería para su defensa y la defensa del flanco Sur-Este del castillo de San Felipe. Sufrió varias reformas en el siglo XVIII hasta que fue parcialmente demolido por las tropas españolas. Finalmente, fue recuperado por la Fundación Rubió Tudurí-Andrómaco, que lo vendió a su vez al Consell Insular de Menorca, para ser rehabilitado y convertido en un centro de interpretación de la historia militar del puerto de Maó.

El Fuerte Marlborough fue partícipe del asedio del ejército francés comandado por el Duque de Richelieu en 1756, que conquistó finalmente la isla para Francia y la ocupó entre 1756 y 1763, y por el sitio del ejército español de 1781, capitaneado por el Duque de Crillón, que devolvió temporalmente Menorca a la corona española en 1782.

El Fuerte tenía una dotación de capitán, 50 infantes y 15 artilleros. Los infantes defendían el foso desde las aspilleras, mientras que los artilleros servían a los cañones que ocupaban la plataforma superior. Cuenta con un montaje expositivo muy interesante, que sirviéndose de la tecnología, sitúa al visitante en pleno siglo XVIII.

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