Museo que propone un recorrido por la historia de la isla a través de una gran variedad de piezas arqueológicas y artísticas, a la vez que se visita un convento (siglos XVII-XVIII) con un interesante patio barroco.
El Museo de Menorca se ubica en el antiguo convento de San Francisco, construido (siglos XVII-XVIII) sobre las ruinas de otro preexistente que fue arrasado durante el ataque de los turcos a la ciudad de Maó. En el siglo XIX el edificio fue reformado y ampliado, aunque con la desamortización (1835) los franciscanos se vieron obligados a abandonarlo. La iglesia, de nave única cubierta por bóvedas de crucería y capillas laterales, no forma parte del museo. La circulación por las salas de exposición tiene como foco el patio del convento, una de las partes más destacadas de la edificación, con elementos barrocos y clasicistas.
El antecedente del actual museo empezó a funcionar (1889) en el edificio del Principal de Guardia de Maó, denominándose Museo de Arqueología e Historia Natural. En 1978, después de varios cambios de sede y de la ampliación de sus fondos con los provenientes del Ateneo de Maó y de la Comisaría de Excavaciones entre otros, fue trasladado a su actual emplazamiento.
Pese a que sus colecciones ponen el énfasis en la historia de Menorca, con la prehistoria y el siglo XVIII como momentos clave, también pueden verse elementos de procedencia foránea. Los materiales expuestos abarcan piezas arqueológicas, cerámicas, púnicas, helenísticas e islámicas, así como fotografías, pinturas y esculturas desde la Edad Media hasta el siglo XX.
