Los carquinyols menorquines son unos pastelitos de pastas secas caracterizados por la textura crujiente que aportan las almendras. Es uno de los dulces más arraigados en la gastronomía mediterránea y forman parte de las pequeñas golosinas en forma de diminuta galleta que no faltan en las fiestas patronales de la isla.
Los carquinyols o carquinyolis son unos pastelitos de pastas secas de almendras con textura de biscote. Su nombre proviene del verbo craquinyar en catalán, que significa crujir. Es un dulce típico del mediterráneo con un nombre diferente en cada región. Los carquinyols, junto a las avellanas, los confites y peladillas eran el regalo con el que, durante las diferentes fiestas patronales, los jóvenes menorquines del siglo XIX obsequiaban a las muchachas para agasajarlas.
Puedes encontrarlos en panaderías, mercados y tiendas de productos típicos de la isla, pero el mejor sitio para degustarlos y comprarlos es en Es Mercadal, los menorquines van hasta allí para comprar estos dulces en las pastelerías del pueblo.
Estas delicias menorquinas son ideales para acompañar con el café, con el té o con un licor de hierbas dulces. Existen diferentes variedades, como los carquinyols de vainilla, canela, naranja, o chocolate.
Se elaboran con harina de trigo, azúcar, almendras enteras, huevos, y también se puede añadir piel de limón y canela para darles el toque mediterráneo.
