Cada miércoles, viernes y domingo por la mañana, la céntrica Plaça d'Espanya de Llucmajor se transforma para acoger su mercado. Una oportunidad para pasear entre animados puestos de productos frescos (muchos provenientes delos campos de los alrededores) y mezclarse con el ambiente del municipio.

Los viernes, además de mercado, tiene lugar un mercadillo, que se extiende entre las calles de Jaume III y Bisbe de Taixequet, y en el que se pueden encontrar desde artesanías a productos de segunda mano, ropa, complementos, antigüedades...

La historia de este mercado hunde sus raíces en 1542, cuando Llucmajor solicitó a la Corte el privilegio de poder celebrar un mercado semanal y feria con carácter perpetuo, como hacían las villas de Inca y Sineu. El emperador Carlos V otorgó la concesión en 1543, pero entonces la villa de Inca levantó un pleito por sentirse perjudicada por la nueva competencia de Llucmajor. Tres años más tarde, una sentencia daría la razón a Llucmajor, que pudo dar comienzo a esta actividad comercial.

Tradicionalmente, Llucmajor ha venido celebrando su mercados semanal los miércoles (luego lo ampliaría a viernes y domingos), además de una importantísima feria rural que se celebra entre el 29 de septiembre y el 18 de octubre. 

Los mercados también se han ampliado a otros núcleos urbanos, como S'Arenal (los martes, miércoles y jueves), Sa Torre (los jueves) y Badia Gran y Las Palmeras (los sábados).

No son pocos los atractivos con los que completar una visita al mercado de Llucmajor. Además de un litoral con destacados núcleos turísticos (S'Arenal, Cala Pi...), este municipio cuenta con una variada muestra de patrimonio histórico: el poblado talayótico de Capocorb Vell, el santuario de la Virgen de Gracia (finales del siglo XV), o la iglesia de San Bonaventura (s.XVII).