El patrimonio defensivo de la isla a lo largo de los siglos
Formentera fue, en su momento, una isla muy expuesta a las incursiones de los piratas y a los saqueos. Por eso contaba con un valioso sistema de fortificaciones y torres defensivas repartidas a lo largo de su costa.
Más tarde, en el siglo XVIII, se construyeron varias torres defensivas para proteger la isla de los ataques piratas provenientes del norte de África, cuyos restos todavía pueden ser visitados. Estas torres se situaban en puntos estratégicos para vigilar el mar y se comunicaban entre ellas mediante señales de humo.
Al sur, sobre el acantilado del Cap de Barbaria, se encuentra la torre des Garroveret, desde la que se vigilaban las posibles amenazas marítimas desde el levante. Finalmente, la torre de sa Gavina, cerca de Can Marroig, protegía la entrada occidental al puerto de La Savina.
El más moderno de los dos impresionantes faros de Formentera
Una de las cuatro torres defensivas de Formentera
Un fortín romano en la franja central de Formentera
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