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  •  Mercado gastronómico Santa Catalina

    Mercado gastronómico Santa Catalina

    Un auténtico centro gastronómico

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    Un auténtico centro gastronómico

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Mercado gastronómico Santa Catalina

El Mercado de Santa Catalina, el más antiguo de Palma, se ha convertido en punto de encuentro para las experiencias gastronómicas en uno de los barrios más cosmopolitas y alternativos de la ciudad.

El medio centenar de puestos que se reúnen bajo un mismo techo en el barrio de Santa Catalina exhiben lo más fresco en frutas y verduras, pescados y mariscos, aceitunas, encurtidos, embutidos, productos típicos de la isla, ecológicos... También hay bares de tapas, puestos de comidas preparadas, de cocina casera mallorquina y panaderías donde hacerse con una buena ensaimada para el desayuno.

Pero el Mercado de Santa Catalina no es sólo el lugar de la compra diaria de productos de temporada. También se ha convertido en un punto de encuentro culinario, donde se celebran eventos gastronómicos y los mallorquines disfrutan de alargar las tapas del sábado hasta la sobremesa. El mercado de Santa Catalina es el más antiguo de Palma. El actual edificio está fechado en torno a 1920. Se ubica en el barrio del mismo nombre, en la confluencia de las calles Anníbal y Pou, a escasos 150 metros del Parc de sa Feixina. Es un barrio modesto pero elegante, con algunas fachadas modernistas muy interesantes y casas de dos o tres plantas que le dan un acogedor aire de pueblo.

En los últimos años Santa Catalina se ha convertido en uno de los barrios más vivos de Palma. A ello ha contribuido la peatonalización de algunas calles, y la apertura de establecimientos nada convencionales que atraen al público joven: peluquerías con aire retro, originales tiendas de ropa, locales de copas, bares alternativos y restaurantes con la más variada cocina internacional. Un barrio que dicen que está de moda, pero que tiene todos los ingredientes para seguir enamorando por mucho tiempo.

Desde aquí puedes optar por bajar hasta el mar y pasear por el Paseo Marítimo, muy animado por las noches. O si lo prefieres cruzar la Avenida Argentina, que marca frontera con el casco antiguo, y perderte entre sus casas señoriales y bellas iglesias. Para una buena panorámica, acércate a las murallas de Es Baluard, desde donde podrás contemplar la Catedral y el castillo de Bellver. Foto asegurada. Allí también se encuentra el museo de arte moderno con el mismo nombre.

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